Hay dos teorías antiguas que lo explican. Una originada en la antigua Roma dice que hay una vena llamada “Amoris” que va directamente del dedo anular hasta el corazón, y aunque ya sabemos que esta vena no existe, se sigue conservando la tradición.

La otra teoría, de origen chino, cuenta que cada dedo de la mano representa un vínculo: los pulgares representan a los padres, los índices a los hermanos y amigos, los dedos del corazón nos representan a nosotros mismo, los anulares a la pareja y los meñiques a los hijos.

Si juntas las palmas de las manos y las yemas de los dedos, y doblas hacia adentro los dedos del corazón apuntándolos hacia abajo, descubrirás que, si tratas de separar los dos dedos pulgares, índices y meñiques, lo harás sin ningún problema; sin embargo, si tratas de hacerlo con los anulares, estos no se separarán. El anillo se debe usar entonces en el dedo anular para que la pareja nunca se separe y su amor dure por siempre.